De nada a todo

Publié le par A&F

Es la historia de Eduardo Vargas, joven niño cubano cuyos sufrimientos ilustran perfectamente la situación de su país. Esta anécdota sólo es una entre muchas que vivieron. Era el día de Año Nuevo, el 31 de diciembre, el pequeño no conocía lo que es una fiesta del nuevo año. No podía saber. Su padre se había muerto, su madre le forzaba a ir a buscar trabajo pero nada. ¿Quién querría de un niño sin fuerza? Ningún. No encontraba que comer si sólo restos de comida que va a veces hasta a buscar en los restaurantes o en los cubos de basura de restaurantes. La situación se empeoraba. Cuanto más crecía, más su madre pedía más ya que sus dos otros pequeños hermanos crecían también. Eduardo era la ingle, la muerte de su padre le impulsó a convertirse en un hombre muy pronto. Algunos años más tarde, el niño que ha quedado hombre, no estando a la escuela dura su juventud, se lanza en los tráficos que informan de dinero. Es a raíz de su frecuentación de otras personas en su caso que hay. Se le propuso, aceptó. Se lo lanzó, tiene siguió la corriente. ¿Su trabajo? Era el tráfico de dinero. Creaba de la moneda falsa. El peso se volvía fácilmente falsificable. Se creaba millares de pesos. Su familia no estaba ya en la crisis, el hambre y todos los problemas desaparecieron. Diez años más tarde, se cogió a su grupo de traficantes a raíz de un tráfico de drogas. Sabía que su hambre se acercaba. Estaba en la verdad, sus amigos lo equilibraron. Tienen todo procurador. Eduardo tomado la fuga. Se buscaba en todo el país. Sabía que Cuba no era más un país o su vida sería pacífica. La única solución que encontrado era los Estados Unidos. Pagó para cruzar el océano en la barca. Pagó para morir. Desde, se salvó a su familia. Nadie se propuso hablar de Eduardo Vargas, quien se llamaba en el país “Binga”. Su destino se terminaba en el mar…

A & F

De “Cuenta mi tu vida”, 2007

Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article